Otro impulso para el campo andaluz y cordobés llega desde el Parlamento de Andalucía en forma de la nueva Ley del Olivar. Ley, propuesta y aprobada por el Grupo Socialista.
El objetivo principal es fortalecer el liderazgo del sector a través del impulso de la competitividad y sostenibilidad del mismo, así como con acuerdos entre lo público y lo privado en las localidades dedicadas al aceite. Esta nueva norma es fundamental ya que el sector olivarero andaluz produce el 40% del aceite de oliva y el 20% de la aceituna de mesa del mundo. Y además, más de 250.000 familias en 300 pueblos andaluces viven expresamente de esta actividad agrícola.
Competitividad: modernización de las explotaciones de olivar tradicional potencialmente productivas, el fomento del uso del riego para aumentar la producción y la renta, el aprovechamiento energético de los residuos agrícolas e industriales, el fortalecimiento de los programas de investigación, innovación y formación de nuevas tecnologías aplicadas al olivar, la concentración de la oferta a través de medidas de apoyo al asociacionismo empresarial y el fomento de la calidad y promoción de las producciones para así darle más valor añadido a los canales de comercialización del aceite de oliva y la aceituna de mesa.
Sostenibilidad: especial atención al olivar tradicional y con desventajas naturales, para facilitar su rentabilidad y evitar el abandono de los territorios que dependen de este cultivo. Además, y en la línea de preservar la renta agraria, esta ley apuesta por la multifuncionalidad y diversificación en las explotaciones agrícolas y en la industria del sector del olivar, para incrementar la renta de los olivicultores de procedencia no agraria.
Colaboración público-privada: lo más novedoso y destacable de esta ley es que establece la figura de unos contratos territoriales que deberán ser suscritos entre la Administración y los titulares de explotaciones para, así, llevar a cabo las actuaciones que se prevean. Dichos contratos podrán ser individuales (explotación) o por zonas rurales. En estos documentos quedarán definidos tanto los compromisos de los agricultores para mejorar la gestión integral de sus explotaciones en las vertientes productiva, ambiental y social, como las contrapartidas económicas que recibirán por llevarlos a cabo. El fin de estos contratos radica en que contribuirán a una mejor gestión de los territorios del olivar
Una vez más el Partido Socialista consigue un avance crucial para el campo andaluz, avance cuyo único intento es mejorar ahora para “recoger frutos” en el futuro.
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