martes, 13 de noviembre de 2012

HUELGA GENERAL: BASTA DEL ATAQUE A NUESTROS DERECHOS

Mañana 14 de noviembre,  nuestro país volverá a vivir una jornada de huelga general merecida y provocada por el sin fin de ataques, en forma de recortes, de los que casi nadie está a salvo.

Desde que hace aproximadamente un año el PP llegó al gobierno, se ha ido sucediendo una dudosa tendencia de “criminalizar” a los sindicatos, sin duda alguna para desviar la atención ante su pésima gestión. Pero ya no cuela. El sufrimiento de la población se acentúa más y más llegando incluso a acabar con la vida de personas. Porque aunque a este gobierno le cueste entender, somos eso, personas, no mercancías ni moneda de cambio. En los últimos días se está demostrando que la acción social y la movilización ciudadana han conseguido con lucha y tesón que los bancos paralicen “por ahora” los desahucios, aunque lamentablemente se haya llevado vidas por delante.
Por ello, toca salir a la calle, intentar unir fuerzas en una sola voz para hacer entrar en razón a un gobierno que ha perdido el norte, cada vez más alejado de la cruda realidad social. Gobierno que desde la última huelga, en marzo de este año, ha seguido recortando en cuestión de desempleo; repagos sanitarios; drástica reducción presupuestaria para servicios públicos y sociales; reducciones salariales en las Admon. Públicas; aumento del IVA; amnistías fiscales a quien no lo merece; y así un largo etcétera de sin razones, combinado con el crecimiento del desempleo (el juvenil se sitúa en más del 50 %), y la nula creación puestos de trabajo.

 “YO HARÉ HUELGA POR TI”
En este punto no podemos divisar esperanza alguna, salvo un futuro incierto, muy incierto independientemente de la edad, experiencia o formación con la que se cuente. Y es que mañana no sólo saldrán a la calle trabajador@s, parad@s, jubilad@s...; saldrán muchos padres y madres que harán huelga, no por ellos, que en mayor o menor medida pueden “ir tirando”, sino por sus hij@s y así intentar que éstos tengan alguna oportunidad ante una situación cada vez más injusta. De ahí que se diga alto y claro: “Yo haré huelga por ti”.



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